Comenzaremos este blog contandoles que en los últimos años se han realizado grandes avances en técnicas no invasivas de rejuvenecimiento facial con un gran énfasis en el ácido hialurónico, sustancia que ha sido ampliamente mencionada en el universo de la belleza.¿Sabían de ello?
Si bien el ácido hialurónico (AH) es una sustancia natural del organismo presente en la capa cutánea, (datos que podremos corrobarar haciendo un poquito de investigacion) su producción disminuye con el tiempo (esto no es bueno ☹), lo que aumenta la incidencia de líneas de expresión, arrugas y flacidez, por lo que es muy importante reponer esta sustancia.
A lo que nos lleva a la siguiente pregunta, que muchas de nosotros nos hacemos.
Promueve un mayor soporte e hidratación de la piel, evitando líneas y signos de expresión; revitaliza la piel haciéndola más tersa, y por ser un componente natural del organismo es poco probable que muestre rechazo.
Somos muy felices al leer eso verdad? Porque yo sí lo soy: algo que NO nos haga daño es lo más importante.
Junto con el colágeno, el AH mantiene el soporte y la elasticidad de nuestro órgano más grande, nuestra hermosa piel.
Ahora que ya sabemos que beneficios nos da, les responderemos una preguntita más, para que estén seguras de utilizar este valiso parner de
la belleza.
Si bien es una sustancia natural del organismo en promedio, es a partir de los 25 años que el cuerpo comienza a mostrar una disminución en la producción del AH, con lo que comienzan a aparecer las temidas marcas de expresión en la piel. Noooooooo!
A medida que la piel envejece va perdiendo ácido hialurónico, volviéndose más seca y paulatinamente comienza la pérdida de elasticidad, es en esta etapa que se recomienda el uso de AH para suplir las pérdidas. Ya me estaba asustando hehehe.
Aunque es natural, se presentan algunas contraindicaciones cuando se usa para rellenar con ácido hialurónico en los siguientes casos:
»Embarazo y lactancia
»Trastornos de la coagulación sanguínea
»Procesos inflamatorios en las áreas a tratar
»Historia de enfermedades del colágeno
»Hipersensibilidad a los componentes del producto, como los componentes aviarios y bacterianos.
Ahora que ya que sabes tooooda la informacion sobre nuestro acido hialurónico y por qué deberíamos usarlo, les enseñaremos cómo usarlo.
Sus formas de aplicación pueden ser, desde la ingestión de cápsulas, uso tópico como en sueros e inyectables, siendo esta la aplicación realizada por un profesional especializado.
→ Cápsulas con ácido hialurónico: Uso solo recomendado por un dermatólogo quien indicará el tiempo de tratamiento, lo más común es no exceder los 3 meses. Ayudan a reparar los tejidos y la elasticidad, previenen y retrasan la aparición de arrugas más profundas. El uso de cápsulas también se realiza en el caso de tratamientos articulares y oculares.
→ Sérums con ácido hialurónico: Actúa en la retención de agua en la piel, manteniéndola fuertemente hidratada, apareciendo más firme y tersa. La aplicación del sérum AH rara vez causa alergias, pero se han informado casos de picazón y enrojecimiento de la piel (tener cuidado). Para ver este producto en nuestra web haz click aquí.
→ Relleno facial con ácido hialurónico (inyectable): Como dice el nombre, la
aplicación se realiza en lugares específicos del rostro, en este procedimiento el AH se utiliza en forma de gel y se inyecta en la piel mediante picaduras en el lugar donde se aplica la anestesia. Lugar para evitar el dolor y las molestias del procedimiento que dura alrededor de 30 minutos.
Nota importante SOS: Una vez aplicado nuestro ácido hialurónico, se recomienda no exponerse al sol, con el fin de evitar la aparición de manchas en la piel.
El rostro dividido en 21 regiones, para adaptarse a las zonas en las que se realiza la aplicación del producto: frontal (1), temporal (2), glabelar (3), ceja (4), párpado superior (5), párpado inferior (6), nasociliar (7), surco nasoyugal (8), surco palpebral lateral (9), nasal (10), malar (11), cigomático (12), fosa canina (13), surco nasolabial (14), labio superior (15), labio inferior (16), mejilla (17), preauricular (18), surco labial labial (19), mentual (20), región mandibular posterior (21) (borde anterior del masetero al ángulo de la mandíbula) y región mandibular anterior (entre el surco melolabial y el borde anterior del masetero). Los límites de estas áreas se muestran en la siguiente figura.